jueves, 2 de junio de 2011

Estrategias comunicativas de los partidos políticos y el papel de los medios

Que los medios de comunicación han sido instrumento de la actividad política desde tiempos inmemoriales, es un hecho más que fundado.

Los partidos políticos, conscientes de la capacidad difusora de los medios y de la fuerza que adquieren sus mensajes en estos - fundamentalmente en televisión-, conocedores también de la amplia aceptación de las audiencias hacia la bronca política y el espectáculo mediático, han iniciado un cruce de acusaciones de baja estofa – rayando el insulto personal- rebajando el nivel del debate político al de la prensa rosa, que indefectiblemente está llevando al descrédito de la ciudadanía de la clase política.

“Gobierno y PP se enzarzan sobre el trato a los imputados”, “El PP acusa al PSOE de «corrupción» y los socialistas responden con los tribunales”, “Chaves reprocha al PP los «vítores» a sus imputados por corrupción”. Así rezan los titulares de la prensa de nuestro país. Es la muestra evidente de que el eje central del mensaje político está construido por la confrontación entre partidos y el ataque. Pero no sólo eso, también se demuestra que la prensa favorece en gran medida estas técnicas comunicativas de los partidos, y están dispuestos a alimentar y reflejar el conflicto político, lejos de realizar el análisis en profundidad y clarificador que debiera ser característica inherente a la profesión del periodismo. De esta forma, el juego sucio está servido.

Sin duda, los partidos políticos tienen motivos para acusarse los unos a los otros. Los casos de corrupción publicados son una realidad. La presencia de imputados en las listas de unos y otros, se ha convertido en el elemento que más ha caracterizado las elecciones del 22 M.

Sin embargo, los ciudadanos, a pesar de tener una elevada percepción de corrupción política en España, a pesar de estar expuestos de forma continua a noticias e informaciones relacionadas con la corrupción, a pesar de asistir al juego permanente de acusaciones entre unos y otros en mítines, ruedas de prensa y declaraciones, parecen percibir como algo ajeno a sus vidas los casos de corrupción, como si no repercutiera en ellas. Camps es un ejemplo clarificador en este sentido. Figurar como imputado por cohecho en el caso Gürtel, no frenó su candidatura, y lejos de lo que uno pudiera imaginar, es hoy más popular que nunca. No solo su sastre no le ha pasado factura, tampoco lo ha hecho el electorado valenciano, que lo ha premiado concediéndole la mayoría absoluta.

Sin duda, son en gran medida responsables de este fenómeno los medios de comunicación, que si bien informan sobre los acontecimientos, han optado por la fórmula cada vez más extendida del titular llamativo o espectacular, en detrimento de una información más exacta, objetiva y veraz, que ayude a comprender al ciudadano las causas, motivos y consecuencias de estas infracciones de la ley, así como las repercusiones en la vida ciudadana. Todo ello en beneficio, una vez más, de la espectacularidad y en definitiva de la venta de ejemplares y obtención de amplias audiencias.

La negativa a responder a preguntas en las ruedas de prensa, para evitar mencionar desde medidas políticas que son incómodas hasta preguntas relacionadas con los casos de corrupción, es una práctica cada vez más extendida de los partidos políticos, que bien podría señalarse como una estrategia comunicativa muy hábil y que frena el acceso de los profesionales del periodismo a las informaciones, distorsionando inevitablemente las funciones de los mismos. Es imprescindible que la prensa reaccione con respecto a este fenómeno.  

También  la aceptación acrítica y sin derecho a réplica por parte de los medios de comunicación a los comunicados de prensa de los partidos, facilita las estrategias comunicativas de las formaciones políticas en claro perjuicio de los ciudadanos, que obtienen de esta forma informaciones sesgadas e interesadas, que en ningún caso han sido sometidas a juicio o cuestionadas.

El actual panorama mediático no parece invitar al optimismo en tanto que los partidos políticos se dirigen a los medios de comunicación como meros emisores de sus mensajes, y no como tradicionalmente habían sido considerados: medios de comunicación como una fuente de contrastación crítica de quienes ejercen el poder político.

3 comentarios:

  1. Se esta produciendo una insensibilización de la ciudadania hacia los casos de corrupción quizá debido a esa falta de escrupulos que demuestra la prensa tratando dichos casos como espectaculos mediáticos y esa toma de postura previa, resultado de que la prensa se haya convertido en mero portavoz de los partidos políticos,una prolongación de sus aparatos de propaganda- la tentación de ser pesimistas y apuntar a una perdida de valores, que tambien a afectaría la prensa se ve suavizada por esta demanda de una parte de la nueva generación que desde las plazas nos exigen fortaleza y regeneración de las virtudes de una verdadera democrácia, quizá después de todo, otro mundo es posible.

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  2. 100% de acuerdo. Si es que en una era donde la mediatización es la excelencia y está constantemente presente en la cultura popular, era obvio que los principales partidos políticos iban a aprovechar la ocasión para hacer su propia guerra de "spectacultainment", que a fin y a cuentas, es lo que vende en este país y lo que más llama la atención. La vergüenza es la retroalimentación que tienen tanto medios como actores políticos donde lo único que hacen es disvirtuar y degradar la profesión. No me extraña que en España haya tanta desafección política!

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  3. Creo que a los periodistas muchas veces se le olvida que hubo gente que en el pasado pagó con su vida o con cárcel ser fieles a sus principios. El precio a pagar ahora no es comparable si decidieran comprometerse y enfrentarse a los manipuladores de arriba. Ganaríamos la mayoría de ciudadanos, su verdadero futuro profesional de calidad, y la dignidad de su profesión.

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