miércoles, 1 de agosto de 2012

Queipo de Llano y otros políticos de la derecha moderada


“¡Canalla marxista! Canalla marxista, repito, cuando os cojamos sabremos cómo trataros. Os vamos a despellejar vivos. ¡Canalla, canalla!”. “Canalla rojo de Málaga, ¡espera hasta que llegue ahí dentro de diez días! Me sentaré en un café de la calle Larios bebiendo cerveza y por cada sorbo mío caeréis diez. Fusilaré a diez”. Así recordaba Gerald Brenan las alocuciones de Queipo de Llano en Radio Sevilla durante su estancia en Málaga en los tristes años de la Guerra Civil. Así lo relató el autor británico en su Memoria Personal 1920-1975.

Muchos le adjudican un papel esencial en la estrategia mediática propagandística del frente franquista. Demasiado mérito para tanto odio concentrado. Sin dudar, por supuesto, de los efectivos resultados que las alocuciones de Queipo de Llano proporcionarían al frente nacional, parece más bien que el general empleaba los micrófonos para desatar toda su ira contenida y ejercer la radiopredicación del odio, incitando a la violencia y despertando el terror de la población civil. Creo que aquel hombre no había trazado estrategia alguna, sencillamente, y como afirma Brenan, “no trataba de conseguir ningún tipo de efecto retórico, sino que decía simplemente lo que se le pasaba por la cabeza”. 

Queipo de Llano, el general que tomó Andalucía por el bando nacional con una crueldad despiadada, pronto se convirtió en la voz del miedo. A las diez de la noche las ondas de Radio Sevilla trasladaban a los transistores los desahogos de este general convertido en locutor. En el micrófono se deshacía en insultos y amenazas, y durante la contienda aplicaba concienzudamente sus soflamas radiofónicas con la crueldad prometida.
 
De estos méritos, y no de otros, obtuvo Gonzalo Queipo de Llano su título de Marqués, otorgado por Francisco Franco en agradecimiento a su decisiva intervención en Andalucía y que procuraría a España 40 años de dictadura fascista. Y por estos méritos, y no por otros, el ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, ha expedido el mismo título al nieto del golpista sanguinario. Está claro que este post no va de políticos moderados.