Imposible olvidar a Alfredo Urdaci. Nos regaló momentos televisivos muy divertidos. No hablo de su etapa como monologuista en el Club de Flo, sino de la de director y presentador de los informativos de “Te uve e uno”. Pero aquellos eran otros tiempos, entonces la televisión pública estaba completamente gubernamentalizada. El Consejo de Administración de RTVE se designaban por el gobierno de turno, en este caso por el de José Mª Aznar, y la audiencia de entonces asistía perpleja al descaro con el que se manipulaba la información. Sin duda fue la peor etapa de nuestra televisión pública. Pero eso era antes.
En la legislatura de Zapatero las cosas cambiaron notablemente. Con la aprobación de un Real Decreto que exigía el consenso de dos tercios de la Cámara de Diputados para la designación del Consejo de Administración de RTVE, y la participación de los sindicatos con la elección de dos consejeros, las cosas cambiaron. Durante ocho años hemos tenido la televisión pública más imparcial que conocíamos hasta el momento. Pero eso también era antes.
Volvemos a los viejos tiempos. El Gobierno de Rajoy planea suprimir la necesidad de renovación del Consejo de Administración y del presidente de RTVE por mayoría de dos tercios en el Congreso. Bastará con la mayoría absoluta del PP. Adiós al pluralismo. Los sindicatos “ce ce o o” y “u ge te” tampoco podrán elegir a sus dos representantes. La pregunta es: ¿volverá Urdaci?, ¿se emitirá en color?.Manténganse atentos a sus pantallas.
Lo de este Gobierno es de vergüenza. A veces pienso que la ilusión de estos faszoides sería incoporar nuevamente el NO-DO. Es deprimente que una televisión que debe informar a la ciudadanía, porque pagamos por ella y porque es un servicio público, se utilice a merced del Gobierno de turno, en este caso del PP. Y de Urdaci, mejor me reservo el comentario.
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Tienes razón, Carmen: mucha gente, la mayoría de la gente de hecho, recuerda como una de las cosas buenas de la etapa de Zapatero el haberle dado a RTVE la independencia, profesionalidad y pluralidad que no tuvo nunca. Ni con Franco, por supuesto, pero tampoco con Súarez y Felipe González, y ya no digamos, como señalas en este post, con Aznar... Algo bueno que había en este país queda ahora devuelto a la edad de piedra...
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