"¿Qué nombre le ponemos a la nueva escuela infantil de Jun?” Es una de las últimas consultas que ha lanzado el alcalde de este pueblo granadino a través de Twitter. José Antonio Rodríguez Salas ostenta la alcaldía con el PSOE desde hace dos legislaturas. En 1999 hizo famoso a Jun por ser el primer pueblo en declarar Internet como Derecho Universal. Desde entonces gestiona el consistorio aplicando la Teledemocracia Activa, un sistema que permite a los vecinos de Jun intervenir en los plenos a través de Twitter, proponer el orden del día o decidir el nombre de la escuela infantil. En los comicios de 2004 este pequeño pueblo se convirtió también en el primero del mundo en realizar unas votaciones no presenciales. Rodríguez Salas (@JoseantonioJun) es uno de los políticos españoles más seguidos en las redes sociales, más incluso que el propio secretario general de su partido, Alfredo Pérez Rubalcaba. Mediático como pocos - lo ha entrevistado Buenafuente o Vicente Vallés, entre otros -, responde positivamente y con una inmediatez extraordinaria a una propuesta de entrevista. No le molesta para nada salir en los medios, aunque sea tocando la guitarra. Se siente cómodo con la grabadora cerca y dilata sus respuestas sin temor a enredarse en sus propias ideas. En el 38º Congreso del PSOE apoyó a Rubalcaba y criticó con dureza a Carme Chacón, de quien dice que era un “producto de marketing”. Hoy se siente defraudado por el secretario general de su partido y aboga por Patxi López como candidato para liderar al PSOE.
Pregunta: Usted ha
promovido en Jun una forma de democracia participativa a través del uso de las redes
sociales e Internet. ¿Qué tiene que decir sobre aquellos que rechazan esta
fórmula democrática porque sostienen que los ciudadanos no están dispuestos o
preparados a participar de manera continuada en la toma de decisiones?
Respuesta: Eso lo dicen
quienes creen en los aparatos políticos, es decir, quienes siguen creyendo
firmemente que el poder se hace desde un sillón y que los ciudadanos tienen que
estar ahí para acatarlo, y si no funciona, a los cuatro años cambie. Yo estoy
acostumbrado a “esos teóricos” desde hace muchísimos años y procuro no hacerles
caso. Aquí hacemos oídos sordos a quienes intentan enmudecer el debate
político.
Yo me he
comprometido a abrir debates y colgarlos en mi blog con todos y cada uno de los
seguidores de Twitter. Esto va a demostrar que efectivamente la gente está
interesada en participar, los que no estamos interesados somos los políticos,
porque si no los ciudadanos nos quitan del medio.
P. Al hilo
de la democracia participativa. Cuando se hacen los pequeños referéndum en el
pueblo de Jun y se consulta a los ciudadanos ¿Finalmente se aplica aquello que
decida el Ayuntamiento teniendo en cuenta la opinión del pueblo, o las consultas
son vinculantes?
R. Aquí en los
referéndums hay una cuestión fundamental: no hacer el referéndum que quiere el
alcalde sino el que quieren los ciudadanos. Lo importante es que sean ellos los que hagan las propuestas de referéndum, porque si no las
consultas son teledirigidas.
Pero a mí no me
gustan las consultas de “sí” o “no”, yo creo en los “twitt comentario” que yo
les llamo, y en esos Twitt comentario los ciudadanos no solamente tienen la
oportunidad de apostar por algo, sino además defenderlo. Al final ves mensajes
que jamás te habrías podido imaginar.
Además, en Jun ya
hemos incorporado a las actas de los plenos un storify que hace posible que
quede reflejado lo que opinan los ciudadanos. Pero yo creo que no son solo los
ciudadanos de Jun los que deben opinar. Todas las opiniones son válidas, porque
otras experiencias pueden ayudar mucho, nos pueden arrojar mucha luz sobre
errores y también sobre los aciertos.
P. En Jun
parece haber un porcentaje elevado de personas mayores. En el proyecto de Teledemocracia
que se llevó a cabo en el pueblo ¿tuvo que hacer cursos para iniciar a las
personas mayores en el manejo de internet? ¿Participa este segmento de la
población en las votaciones online?
R. Sí. La mayoría de
la gente mayor está implicada, participa y ve esto como una oportunidad. Saben
usarlo, pero no ahora, sino desde el año 99. Declaramos Internet como un
derecho universal ese año y decidimos que era una ventana al conocimiento que
daba la oportunidad de ser todos un poco más iguales. Entendimos que tenía que
ser un derecho de los ciudadanos y lo hicimos.
En aquella época
iniciamos el Plan de Intervención Urgente Municipal, un proceso de administración
electrónica avanzada en el que se entra con la firma electrónica y permite que solicites
lo que sea por internet y se resuelva en menos de 24 horas. El alcalde tiene
que responder antes de dos horas y debe resolver el asunto antes de 24. Eso nosotros lo hicimos en aquella
época, funcionó perfectamente e hizo que no hubiera ningún problema. A partir
de ese momento la gente empezó a confiar en el sistema y ahora son ya muchas
personas las que están en las redes sociales, porque todo el mundo se ha dado
cuenta que es rápido y resolutivo.
Tenemos una escuela
que se llama Guadalinfo Jun, y en ella se está experimentando sobre el futuro
de lo que será la administración con una premisa esencial: la tecnología al
servicio de los ciudadanos y no los ciudadanos al servicio de la tecnología. Esto
es lo que hace potente el proceso, y hacia eso vamos.
P. ¿Le
consta que otros pueblos le hayan copiado este modelo de administración
electrónica?
R. Me llamaban loco
cuando en el año 99 declaramos Internet Derecho Universal y me acusaban de
buscar la noticia. Diez años después lo aprobó Finlandia, y ahora la ONU hará
lo mismo para el año 2015. Si eso lo hace la ONU es porque algo habremos hecho
bien hace ya algunos años. Pues veremos qué dicen dentro de 5 o 7 años cuando
recuerden que hubo un pueblo que aplicó la twitter-administración y empiecen a
aplicarlo las grandes administraciones. Nosotros habremos sido los pioneros,
con convencimiento pleno de lo que estábamos haciendo y porque creemos que esto
tiene que estar al servicio de los ciudadanos.
P. ¿Cree que
en otros municipios y ciudades más grandes no se llevan a cabo proyectos así
por el temor del político a exponerse a críticas abiertas y públicas de su
gestión?
R. Yo creo que a los
alcaldes hay que mostrarles que no hay que tener miedo a las críticas porque
las críticas ayudan. Si el problema es pequeño lo resuelves rápidamente, pero
cuando se hace grande es más difícil resolverlo. Y eso lo ven los ciudadanos,
pero no lo los políticos. Los políticos siguen teniendo mucho miedo. Me
recuerda mucho al caso del Prestige, que en vez de resolver el problema,
mandaron el barco lo más lejos posible, pero éste seguía hundiéndose.
P. Este
ejercicio de exposición a la ciudadanía es más necesario en un momento como
este en el que hay una mayor desafección ciudadana hacia la política y los
representantes?
R. En el momento que
la clase política está por los suelos, es cuando más hay que convencer a la ciudadanía
de que no todos los políticos son iguales, ni todas las políticas son iguales.
Si políticos y ciudadanos están conectados, se hacen las políticas que quieren
los ciudadanos.
P. Usted da
mucha importancia a la cercanía de los políticos. ¿Qué opina sobre las
desafortunadas declaraciones en twitter de miembros de su partido como Elena
Valenciano al respecto del físico de Rivery o las de Mª Antonia Trujillo sobre
los desahucios y las deudas de los españoles?
R. Lo de Trujillo me
dejó totalmente perplejo. Yo sinceramente creo que lo que estaba buscando era
posicionarse mejor en twitter. Buscaba conseguir seguidores o influencia, que
la mencionaran. No ha sabido darse cuenta de que ya no está en el Gobierno y
que ya no es una persona influyente.
El caso de Elena
Valenciano es un fenómeno que hay que
entenderlo. Creo que una persona que está en twitter no debe estar pensando en
qué es lo que va a decir para quedar bien, sino que uno tiene que decir lo que
piensa. A lo mejor ella pensó eso en ese momento, aunque era totalmente
desafortunado, y recibió inmediatamente una llamada de atención por parte de
todas las personas. Esto es lo que tiene que ocurrir cada día con todos los
errores que cometamos los políticos, porque al final las redes sociales permiten
que entablemos un diálogo y nos demos dosis de realidad cada día y cada
segundo.
P. ¿Le han
reprochado a usted algo a través de twitter?
R. Sí,
constantemente. Pero yo eso lo veo como una oportunidad, es decir, el político
tiene que ver como un privilegio el hecho de poder conocer que hay un pequeño
problema, detectarlo, corregirlo en el momento y hacer que ese problema
desaparezca. Y creo que las redes sociales son muy buenas para detectar todos
esos problemas a tiempo.
P. La crisis
económica ha traído consigo el debate sobre la reestructuración de las administraciones municipales. Hoy se propone como medida de ahorro suprimir
concejalías, unificar ayuntamientos de pequeñas poblaciones o regular mediante
baremos los sueldos de alcaldes y concejales. ¿Qué opinión le merece a usted,
como alcalde de un municipio de menos de 4.000 habitantes ese tipo de medidas?
¿Qué papel cree que están jugando los gobiernos municipales en esta crisis?
R. Los ayuntamientos
son las administraciones más cercanas al ciudadano, precisamente es la única
administración de la que no se puede prescindir. Si hay alguien que invierte
bien un euro es el municipio. Cuanto más grande es la administración, menos
eficaz es y más burocracia tiene.
Si hay alguien que
puede resolver la crisis en España no es el Estado, sino los ayuntamientos. Si
hiciéramos que los ayuntamientos fomentaran el autoempleo y aplicaran otras
medidas con pequeñas acciones, este país saldría de la crisis inmediatamente,
pero como estamos haciendo una gran acción global pagándole a Bankia millones
de miles de euros pues seguiremos chocando. Los ayuntamientos son la última
trinchera que existe para salir de la crisis y si nos la cargamos,
sencillamente estaremos en un país tercermundista.
P. ¿Qué hace
Jun para combatir la crisis?
R. Estamos llevando
a cabo un plan de reactivación encaminado hacia el empleo juvenil con una
especie de cooperativa, haciendo que los propios jóvenes se vean con capacidad
para crear una pequeña empresa o para generar una cooperativa. Ese plan de
reactivación económica agrupa también a los comercios de todos los sectores, de
hecho estamos geoposicionando los comercios de Jun para que además tengan una
influencia importante en google, para que cuando busques por ejemplo una
peluquería pues aparezcan primero las de Jun antes que las de Granada.
Estamos realizando
un video corporativo de cada negocio y geoposicionándolo a través de la red
social para que se generen también
visitas, etc.
P. Usted le
da mucha proyección mediática a Jun y también a su figura como alcalde. Le
hemos visto cantando la versión de “Resistiré” en el Intermedio de La Sexta y
en diversos programas de televisión. ¿No le da miedo que su gestión como
alcalde se vea empañada por esa faceta
mediática?
R. Es inevitable. Los
ayuntamientos suelen tener una especie de gabinete de prensa para sacar notas
de prensa, comunicados de prensa, etc. Nosotros no tenemos gabinete de prensa.
En Jun decidimos
protestar contra las medidas impuestas por Merkel y para ello propuse en
twitter hacer algo, y se decidió hacer un vídeo cantando la canción de Resistiré
con la guitarra (la versión del Intermedio). La colgué en twitter por la mañana
y por la noche me vi en El Intermedio en un reportaje que hicieron. Pero así
nos hemos visto con Buenafuente ,que nos vio en la red, nos llamó y nos llevó
al programa. Esto es inevitable. ¿Qué haces?, ¿renuncias a ello? No, yo siempre
he dicho que el político tiene que ser uno mismo, si el político toca la
guitarra, tiene que aparecer tocando la guitarra.
P. Es usted el cuarto político más seguido en
las redes sociales del ámbito nacional. En su cuenta tiene más seguidores que
el propio secretario general de su partido, Alfredo Pérez Rubalcaba. Sus
opiniones y mensajes llegan a un elevado número de personas. ¿Siente que el
PSOE le reconoce como una de las voces del socialismo español más escuchadas
por los ciudadanos a través de las redes?
R. Yo más que
seguidores les llamo amigos, y los llamo así porque yo los sigo, y lo hago
porque así puedo hablar con ellos. En el PSOE, muchos de los que están
por arriba, me ven más como un peligro que como una oportunidad del partido,
por una razón muy sencilla, porque estamos acabando con los aparatos políticos.
Estamos acabando con eso de controlarlo todo. En Jun cualquier cosa se
consulta, y si la consultamos a nivel local, se puede hacer a nivel provincial,
a nivel regional y a nivel general. Si no se hace es porque no se quiere. Está
demostrado en cada una de las cosas que proponemos.
P. ¿Cree
entonces que el PSOE no emplea el mismo modelo que el de Jun porque no quiere?
Y dicho esto, ¿no le parece una contradicción defender una fórmula de Teledemocracia
y consulta constante y pertenecer a un partido político que se ajusta a un
modelo de democracia anclado en el
pasado?
R. Ese es el debate.
Anoche escribí un Twitt en el que le decía a Rubalcaba: “¿No crees que después
de los malísimos resultados continuados que hemos tenido en los últimos tiempos
ya es hora de que hagamos una conferencia?” La conferencia a la que yo hacía
alusión, es una conferencia para cambiar al PSOE. No se puede tener el mismo
partido en los últimos 130 años, sin cambiarlo. Esto nos lleva a una conclusión
clara, y es que si aplicamos los mismos conceptos, las mismas tácticas –incluso
las de acercamiento a las personas- pues no vamos a llegar a la gente.
La ciudadanía exige
democracias directas y las democracias directas conllevan estar las 24 horas
pegado a la ciudadanía. Y ese es el modelo de partido que estamos buscando
nosotros.
P: En el
Congreso del PSOE usted apoyó abiertamente a Alfredo Pérez Rubalcaba, del que
elogió su “compromiso y su capacidad de escucha”. ¿Sigue usted defendiendo esa
“capacidad de escucha” a pesar de que tras las derrotas electorales de Galicia,
País Vasco y Cataluña existe un clamor popular que reclama al PSOE un ejercicio
urgente de autocrítica y renovación que no parece llegar?
R. No. Todo el mundo tiene derecho a equivocarse y yo me equivoqué. Me
equivoqué porque [Rubalcaba] me engañó. Me hizo creer a mí y a muchos que
estábamos detrás de él que todo lo que proponíamos se iba a llevar a la
práctica, que iba a escuchar, que iba a generar un diálogo constante, que iba a
existir esa conferencia que ya tenía que haberse producido nada más acabarse el
verano, y no se ha hecho ni se va a hacer de momento.
Yo creo más en otro
tipo de candidatos. Fíjate que Patxi Lópezque ha perdido las elecciones , pero ha
luchado contra fuerzas que eran
imposibles de vencer. Sin embargo tiene una imagen excelente en el resto de
España. Dicho todo esto, en los congresos es el único dirigente federal que se
sienta a escuchar a la gente, que no se va por ahí de pasillos y se queda
tomando lo que sea mientras se está debatiendo el futuro del partido. Patxi está
ahí, hablando con los militantes o con quien sea y eso es lo que necesitamos.
P. Siendo
usted uno de los políticos más escuchados a través de las redes sociales en
España y en un momento en el que el PSOE es probable que inicie un proceso de
renovación ¿Aspira a obtener un puesto superior dentro de su partido?
R. Me han ofrecido
cargos políticos de mayor importancia en la Junta de Andalucía y en distintos
sitios muchas veces, y siempre he dicho que no. Porque en la Junta de Andalucía
nunca habría podido hacer un proyecto de las características que tiene el de
Jun, porque habría chocado siempre con alguien que estaría por encima de mí. En
Jun lo bueno que tiene es que lo que queremos hacer lo hacemos, lo
experimentamos y si funciona seguimos adelante. Pero si tuviera la oportunidad
de hacer esto en un sitio donde no vaya a tener interferencias dentro del PSOE
o en otra institución, estaría dispuesto, pero tengo que ver claro que nadie va
a manejar los hilos y que no voy a ser una marioneta. Yo ya fui una vez
“diputeado” provincial, y no me equivoco cuando lo expreso así, y no volveré a
ser diputeado de otra clase. Porque para votar lo que me señala alguien con el
dedo sin explicarme por qué tengo que votar eso, eso ya se ha acabado.
P. ¿Está
usted diciendo que desde su partido le ordenaban lo que tenía que votar?
R. Sí, pero es la
pura realidad. Es algo que ocurre en todos los partidos.
Cuando te dicen que
tienes que votar algo, una propuesta de cualquier cosa, y esa propuesta ni si
quiera se ha debatido, la tienes que votar porque es disciplina de partido.
Eso es lo que yo no
quiero, ni para mi pueblo, ni para mi partido, ni para la institución en la que
yo esté. Donde yo esté se hará lo que quieran los ciudadanos y
fundamentalmente se hará una consulta pública.
P. Habiendo
dicho lo que acaba de decir sobre su partido y sobre la disciplina del voto ¿No
le parece una contradicción pertenecer al PSOE cuando usted dice defender todo
lo contrario de lo que hace el partido? ¿o es una cuestión de lealtad?
R. No, no, la
cuestión es que tú tienes que transformar la forma de ser. Este pueblo era un
pueblo normal y corriente que hacía las cosas como siempre y lo cambiamos.
Si hemos sido capaces de transformar un pueblo, podemos ser capaces de hacerlo con una región o un Estado. Lo único que hay que tener es voluntad,
pero ojo, mi partido aquí en Jun es así también, es un partido que está abierto
a la ciudadanía, que cuenta con la gente y que hace lo que quiere la gente.
El PSOE es un buen partido, el problema del PSOE no
es el partido, el problema es quién está al frente. Porque si lo liderase una
persona que creyera en la participación ciudadana, no habría problema ninguno,
pero si hay una persona que cree en los aparatos políticos no se puede hacer
nada más. Lo que hay que hacer es seleccionar gente que entienda que hay que
hacerlo bien y transformar el partido.
P. ¿Cree que
hoy en el PSOE hay gente que está dispuesta a hacerlo mejor, como usted dice?
R. Sí, hay muchísima
gente. El tema es que el PSOE ha vivido una etapa de grandes líderes políticos,
como Felipe González, pero todos esos líderes no han dejado que las siguientes
generaciones siguieran transformando el partido. Los líderes se ha perpetuado y
no se ha transformado el partido ni se ha adaptado a la realidad.